En primer lugar, saludar a todos aquellos que siguen este pequeño rinconcito, que tengo un tanto olvidado. No obstante, cuando el tiempo me lo permite me hago mis escapadas ya sea a mojar los señuelos o calar una buena tita.
Seguramente, muchos de vosotros el día de antes a una jornada, habeis tenido un presentimiento. Pues, hace algunos días a mi me paso lo mismo. El tiempo, maraje, subida de marea y espuma hacieron meterme el venenillo que tengo y pegarme un madrugón.
De noche en el lugar de pescar, tenía la esperanza de clavar algún noctámbulo (espetón) pero fueron salieron los primeros claros del día y no estaban por la labor y la mar cada vez se hacía menos pescable debido a la altura de las olas. Es por ello, por lo que opte, por pescar a fondo y medias aguas con muestras como live bait y el black minnow.
A la hora y media de estar pescando y ya con la goma que os he comentado, lanzo hasta donde me permite su peso y el equipo. Me lo venía trayendo hasta mi en forma de dientes de sierra y ya a unos metros de sacarlo del agua sentí la agresividad de su picada y se me viene a la cabeza la imagen de un buen dentón.
Dada la cercanía a mí de la picada y el acantilado y montañas que emergían del fondo, la línea la venía notando restregar entre ellas. Cuanto anelaba ésto. Tras unos instantes de lucha y viendo que me iba a rozar ya que llevaba un 0.43mm de bajo decido apretar aún más el freno y bombearle. Ya notaba que estaba vencio y quedaba rezar para que el bajo resistiera estos últimos instantes hasta ponerlo en seco.
Cuando ya lo tuve en mis manos la satisfacción me invadía y di por terminada la jornada. Aquí el ejemplar que dio un peso en el boga de 13lb.