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lunes, 21 de enero de 2008

Oro cobrizo




Aquel día el agua se encontraba picada con una buena marejadilla y de color azul intenso. Fue uno de esos lances en el que no esperas el resultado final. Como cebo tita de palangre ensartada en un anzuelo owner de argolla del 2/0. La caña una Zun-Zun y el carrete un Ultegra. Vamos el equipo perfecto para combatir esta pieza.
La picada fue bestial tirando como una locomotora hacia adentro y a la izquierda y posteriormente hizo la misma operación pero a derechas. Después de estas dos carreras bárbaras el corvinón venía dando pequeñas cabezadas no imaginándose lo que iba a pasar.

En definitiva, se trata uno de estos días en los que se hace afición. De ahí la grandeza del nuestro mar, en la que Neptuno nos depara gratas sorpresas de vez en cuando.

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