La mañana prometía, si bien, teníamos nuestras dudas. El levante no cesó durante la noche pesada. Llegando entre dos luces a la zona de pesca montamos los equipos y empezamos a lanzar nuestros minnows en busca de algún espetón que pudiese estar acechando. Ya entrada la mañana y con sol cambiamos a bucktail en busca de algún espárido. El de williamson ha dado sus momentos de gloria en alguna ocasión
Conforme la mañana avanzaba el levante azotaba con más fuerza y no debíamos perder de vista las olas que venían.
Hoy no hubo suerte pero así es la pesca. Una jornada entretenida con desayuno incluido para recuperar fuerzas y ganas de que llegue otro momento para echar nuestros señuelos al agua.
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