Ante la llegada del invierno no debemos descuidar la vestimenta en nuestras salidas de pesca. Aquí no debemos de escatimar y todo lo que sea para no pasar frío al final nuestro cuerpo nos lo agradecerá.
Actualmente existen multitud de prendas específicas para desarrollar nuestro deporte. Prendas con fibras que nos permitan mantener nuestro calor corporal y que no nos traspase el viento, frío y agua, principalmente.
En mi caso, utilizo ropa interior termolactil, tanto camiseta como calzones largos. A ésto le sumo un pantalón tipo snow. Un jersey tipo polar y un cortavientos, a ser posible, con gorro que formarán toda mi equipación.
En algunas circunstancias, y debido a el escenario de pesca podemos hacer uso también de un vadeador ya sea de tipo transpirable o neopreno.
Este tipo de ropa que normalmente nos dota de mucha más movilidad, menos pesadez pueden llegar a marcar también la diferencia P:¿por qué? R:mientras uno está pescando cómodamente, nuestro rival puede estar pasándolo mal y su ritmo o velocidad de pesca puede disminuir considerablemente, incluso hasta hartarse de la misma. Si bien, es verdad, en los meses que nos entran nuestros peores enemigos serían el frió, el viento y la humedad que pueden llegar a calar nuestros huesos.
Actualmente existen multitud de prendas específicas para desarrollar nuestro deporte. Prendas con fibras que nos permitan mantener nuestro calor corporal y que no nos traspase el viento, frío y agua, principalmente.
En mi caso, utilizo ropa interior termolactil, tanto camiseta como calzones largos. A ésto le sumo un pantalón tipo snow. Un jersey tipo polar y un cortavientos, a ser posible, con gorro que formarán toda mi equipación.
En algunas circunstancias, y debido a el escenario de pesca podemos hacer uso también de un vadeador ya sea de tipo transpirable o neopreno.
Este tipo de ropa que normalmente nos dota de mucha más movilidad, menos pesadez pueden llegar a marcar también la diferencia P:¿por qué? R:mientras uno está pescando cómodamente, nuestro rival puede estar pasándolo mal y su ritmo o velocidad de pesca puede disminuir considerablemente, incluso hasta hartarse de la misma. Si bien, es verdad, en los meses que nos entran nuestros peores enemigos serían el frió, el viento y la humedad que pueden llegar a calar nuestros huesos.
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