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domingo, 12 de septiembre de 2010

Aggressive territoriality


Hoy de nuevo a la carga de madrugada, con más ganas que nunca, para echar en el olvido los achaques de las últimas jornadas e intentar enmendarlas. El viento de levante fuerte predominaba ya temprano y llegando al sitio elegido sentíamos más que nunca su presencia.
Pues bien, ya hace días, me propuse darle alguna oportunidad a señuelos que tenía algo olvidados. Uno de ello fue el Shore Line de 17 que algún animal de dentadura considerable quiso arrebatarme de mi caja de señuelos. Esta mañana le tocaba su turno al Tide minnow slim de 175 con lomo de color rosado y costados plateados. Una de las veces aprovechando la ausencia de rachas de viento lanzo y recogiendo con cierta celeridad ya me percato de que debe venir cerca. Cuando es el caso, me gusta observar la natatoria del pez y cuando ya lo tengo en mi visual viendo su coleteo peculiar, como un misil hacía él, veo un precioso dentón que no se lo piensa dos veces y ataca sin contemplaciones y se da media vuelta y tira hacía el fondo. Esto se produce a escasos metros de donde yo me encontraba por lo que la picada se hace más bestial. Intento que no se meta hacia los bajos que había por los alrededores pero sin suerte por lo que al momento se me encueva logrando salir al momento. Esta operación me ha sucedido en tres ocasiones y en la última que el bicho ha salido de su guarida he podido ponerle en seco para hacer las respectivas retrateras y devolverlo a su medio. Parece, que este gesto realizado, Neptuno quería devolvermelo y así ha sido, al poco rato han mostrado curiosidad por los señuelos varios espetones y un largarín. Lo peor estaba aún por suceder. En uno de los lances empiezo a recoger y he notado como un animal quería arrebatarme mi apreciada muestra. Al principio, el sentido de tirar del pez ha sido en horizontal para que a los pocos segundos irse hacía el fondo a toda pastilla. Yo en ese momento estaba notando como el trenzado y todo se restregaba en las piedras y algo en mi interior me decía que este lance no iba a llegar a buen puerto. Al final, parte el fluorocarbono y con ésto termina la lucha. Un lástima pero en esto de la pesca nunca se sabe. Ya sólo queda pedir que el animal haya podido zafarse del engaño, hecho que pienso que si, por la longitud del mismo.
Un saludo a todos.

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