Shore Line. Lo que nunca piensas que puede suceder

Esta tarde tenía ganas de ir a darle un poco a la manivela y mojar los señuelos. Lo que voy a contaros parece que nunca te va a pasar pero alguna vez tenía que ser la primera. La llegada al pesquero la hacía con el sol aún bastante alto aproximadamente sobre las 16:00 horas. Preparo y monto el equipo para pescar en superficie con pencil popper y patchinko principalmente. El zapateo que propinaban en superficie no quiso llamar la atención de ningún depredador por lo que empecé a probar con bucktail para prospectar capas más profundas pero tampoco hubo suerte. Habían transcurrido unas tres hora cuando me decido a meter un señuelo que tenía algo olvidado en la caja, El shore line de 17 en color Onago. Pues nada más que en la primera tirada con un twitching bastante acusado, casí que apenas se había desplazado unos metros, picada sin contemplaciones. Me encontraba en una zona en la que emergía del fondo casi hasta la superficie una piedra y en esos momentos sólo pienso las veces que no había querido ponerme en ese lugar por lo comprometido que era si te tomaba algún pez. Dejo un poco que el pez se retire de donde yo estaba para que librarla el arrecife que tenía delante pero acto seguido el individuo busca fondo notando yo que el trenzado restregaba por toda la piedra. Sólo podía esperar haber si salía de allí. Al final lo que me temía, se encueva. Dejo algo libre la línea para ver si sale y sin suerte y tras esperar un buen rato pienso que el pez buscando abrigo me habría enrredado la línea entre las piedras por lo que no tengo más remedio que partir.
Estos son los días que tampoco olvidaremos.
Esta vez no ha habído fotos por lo que espero que pronto os muestre alguna.
Un saludo amigos.