Halloween day

No pude evitar el madrugar para ir a lanzar mis aparejos. El oleaje del día de ayer y que aún continuaba podría aliarse conmigo y traerme suerte. Llegué de noche al pesquero y comence a montar los equipos de surfcasting.

El mar no estába demasiado fuerte por lo que mis expectativas no eran muy buenas. 

Monté ambas cañas con dos piramides al final de la línea con un urfe dándole una brazada aproximadamente a la gameta. De cebo tita de palangre que selecciona más las piezas y si abunda la morralla aguanta más.

Pues bien, sabía que la bajamar tenía lugar a primera hora y ahí podría ser un buen momento para que picara algún pez. Efectivamente, la primera picada no se hizo esperar. Tras clavar y ver como me tiraba el animal que tenía al final de la línea pensé .....digo: noooooooooo¡¡¡¡, un chucho, joder.

Se trataba de un Dasyatis pastinaca o chucho como comúnmente se conoce. Es una especie que se desplaza en grupos y no tiene ningún tipo de interés comercial. Hay que tener especial cuidado al intentar manipularlos para desanzuelarlos ya que en el comienzo de su cola tiene un aguijón muy peligroso que puede causar graves heridas e incluso parálisis en la zona afectada.Pueden llegar a medir hasta dos metros de ancho y cojer pesos considerables. 

Suelen entrar a nuestros cebos trás días de fuerte temporal con el mar bajando.

Posteriormente a esta pieza salieron otras dos más que igualmente que la primera fueron devueltas a su medio.